OPERACION DE PRESBICIA O VISTA CANSADA
ESPECIALISTAS CON AMPLIA EXPERIENCIA EN MADRID
¿QUÉ ES LA PRESBICIA?
La presbicia, también llamada “vista cansada”, es el defecto de visión cercana con el paso de los años.
Más concretamente, se trata del déficit de movimiento del cristalino, produciéndose una alteración en el enfoque cercano. Su aparición suele ser en torno a los 40 años y en los pacientes miopes, la presbicia se suele retrasar por la capacidad que tiene el miope de visión cercana. Por otro lado, el paciente hipermétrope suele manifestar dificultades en la visión antes de los 40 años.
Para corregirla, la clínica Martínez de Carneros utiliza mecanismos provisionales como las gafas o lentillas, además de la operación de presbicia, para implantar lentes, bifocales o trifocales en el ojo. Esta operación tiene unos resultados excelentes que permiten prescindir del uso de las gafas.
La técnica utilizada variará en función del paciente y del consejo de nuestros profesionales optometristas y oftalmólogos.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la presbicia varían dependiendo de cada persona, uno de los principales es la dificultad para ver a distancia cercana. Como consecuencia de esta visión incorrecta, puede sufrir dolores de cabeza.
Además, si aparece asociado a otros defectos visuales como la miopía o hipermetropía, puede sentir cansancio visual e irritación en el ojo.
¿CÓMO SE PUEDE CORREGIR LA PRESBICIA?
La forma de corregir la presbicia o vista cansada en la actualidad representa un reto ya que es una de las soluciones más demandadas por nuestros pacientes. Contamos con mecanismos provisionales como las gafas y las lentillas y por otro lado soluciones definitivas como la cirugía.
La presbicia aumenta progresivamente y no hay forma de detenerla. Cada 2-3 años es recomendable un cambio de graduación aumentando las dioptrías para poder suplir la pérdida de la función del cristalino.
Gafas y lentillas multifocales para corrección de vista cansada
La primera forma de corregir la presbicia que recomendamos a nuestros pacientes son las gafas. Iniciar con correcciones bajas que varían de +0.75 y +1.00 dioptrías. Con una simple montura y unos cristales de adición cercana podemos otorgar al paciente una visión nítida incluso para ver las letras más pequeñas como un prospecto.
Hay que tener cuidado porque la mayoría de los pacientes recurren a unas simples gafas premontadas que podemos encontrar en establecimientos como ópticas, farmacias o tiendas de un perfil no sanitario, pero esas gafas presuponen que tengamos la misma graduación en los dos ojos y la mayoría de los pacientes no gozan de esa característica.
Por lo que siempre recomendamos una revisión oftalmológica para tener una buena refracción.
Las gafas con lentes progresivas tan de moda en estos años también aportan la corrección de nuestra graduación lejana, intermedia y cercana en solo una montura.
Cuando el paciente ha tenido una buena adaptación a una gafa pero tiene rechazo a su uso, podemos iniciar el proceso de introducción a lentillas de contacto multifocales.
Es un proceso sencillo pero requiere de la colaboración del paciente ya que introducimos un cuerpo extraño en el ojo y en la mayoría de los pacientes es su primer contacto con las lentillas. Una buena elección del centro, la experiencia del profesional y una minuciosa exploración normalmente conducen al éxito y nos llevarán a alcanzar la satisfacción del paciente présbita.
La presbicia actualmente no es recomendable operarla con láser al ser una patología progresiva. Los tratamientos láser que existen en el mercado proporcionan una corrección del defecto refractivo del paciente pero no avanza con el tiempo, y con el paso de los años el paciente acaba volviendo a su gafa.
Operación de presbicia
La última forma de corregir la presbicia es quirúrgica. A partir de los 60 años podemos plantear la corrección de la presbicia a través de la cirugía del cristalino o cirugía de catarata.
Retiramos esta lente natural del ojo para implantar una lente artificial de material biocompatible que corrija todos los defectos de graduación del paciente: miopía , hipermetropía , astigmatismo y presbicia.
Las lentes implantadas son denominadas bifocales o trifocales y proporcionan unos excelentes resultados donde nuestros pacientes prescinden de sus gafas en la práctica totalidad del día . Al quitar el cristalino o catarata también anulamos la evolución de la presbicia de manera definitiva.
En conclusión, los más importante es recibir un buen consejo basado en profesionales optometristas y oftalmólogos que diagnostiquen correctamente la salud inicial del paciente y tratar siempre de realizar la menor invasión y agresiones al globo ocular.