¿Qué es una prótesis del ojo?
Las prótesis oculares son sustitutos estéticos del globo ocular, creados lo más parecido posible al ojo natural, es decir, al ojo sano. El ojo artificial ha evolucionado gracias al uso de materiales cada vez más vanguardistas y fiables que nos han hecho pasar de las prótesis de cristal clásicas a prótesis creadas con resinas acrílicas antialergénicas de larga durabilidad y que ofrecen a los pacientes un gran efecto estético.
Se trata de restaurar el aspecto facial natural cuando se sufre la pérdida de un ojo, bien por traumatismos (accidentes de tráfico, laborales, domésticos…)
La restauración del globo ocular mediante una prótesis ocular no supone para el paciente ningún impedimento a la hora de realizar cualquier tipo de tarea, bañarse, hacer deporte, etc…
Lo cual ayudará a no tener ningún complejo derivado de ello.
Adaptación de prótesis oculares
Para la realización de la prótesis ocular se tomará un molde de la cavidad de cada paciente, lo que indica que cada prótesis es única y solo se puede adaptar en dicho paciente. Posteriormente, se hace un estudio de cada paciente y s se considera oportuno se hacen unas pruebas epicutáneas de alergias a materiales.
Hecho esto, se trabaja directamente con el paciente para adaptar el patrón de cera con el que se realizará la prótesis ocular definitiva y se pinta y maquilla tanto el iris como la esclera con el paciente delante para tomar todos los detalles como colores vistos en la esclera, venas y rasgos característicos.
Para la realización de dicha prótesis se necesitan varias sesiones con el paciente y horas de trabajo en el laboratorio para la realización de una prótesis intransferible, perfectamente adaptada, única, y exclusiva.
Historia de las prótesis oculares
El ejercicio de esta especialidad tiene sus inicios en Europa en el siglo XVIII y se utilizaban diferentes materiales para la confección de los ojos artificiales pero el cristal fue el mejor tolerado por los pacientes.
Fue entonces, el francés Boissonneau quien formuló el término “ocularista” para la persona que hacía los ojos y “ocularística” a la profesión en sí misma.
Su labor tuvo fuerte influencia en el desarrollo de esta ciencia en Europa y América, tato que Boissonneau proveía de prótesis y viajaba a diversos pueblos y ciudades de Europa para atender a los pacientes.
Ya en el siglo XX, después de dos guerras mundiales, Estados Unidos se hizo fuerte en la fabricación de ojos de acrílico, desplazando cada vez más al vidrio como material. En 1958 se fundó la American Society of Ocularists (A.S.O.)
Limpieza de prótesis oculares
La limpieza y cuidado de la prótesis ocular es fundamental para aumentar su bienestar y apariencia y alargará la vida y duración de la prótesis ocular.
Así como cada prótesis es única, el uso y cuidado depende de cada paciente.
Sin embargo, comúnmente, un lente escleral debe retirarse antes de dormir y lavarse al día siguiente antes de colocarse.
Por otro lado, una prótesis ocular convencional puede usarse las 24 horas y su limpieza se recomienda cada tres días.
Además del uso adecuado, es importante limpiar las prótesis, ya que las secreciones comunes de los ojos como lágrimas o mucosa, dejan depósitos que pueden opacarla.
Al limpiarlas no es necesario dejarlas reposar o remojándose en soluciones para lentes de contacto o similares.
Como la prótesis se usa en un medio húmedo puede formar adherencias que no se quitan con la limpieza regular, por eso deben recibir una limpieza profesional pulido cada seis meses.
Además de retirar las impurezas, la limpieza y el pulido profesional eliminarán rasguños y parte del desgaste natural de la limpieza y devolverá su brillo y apariencia de vida