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¿Qué es la retinopexia neumática y en qué consiste esta cirugía ocular?

La retinopexia neumática es un procedimiento quirúrgico poco invasivo indicado para tratar los desprendimientos de retina.

El desprendimiento de retina se produce cuando la capa neurosensorial de la retina se separa del epitelio pigmentario, normalmente tiene lugar acompañado de una acumulación de líquido subretiniano entre ambas estructuras.

Se suele manifestar como un defecto en el campo visual,descenso en la agudeza visual, visión de moscas flotantes (miodesopsias) y flashes de luz (fotopsias).

Tipos de desprendimiento de retina

Existen principalmente tres tipos de desprendimientos de retina: seroso o exudativo, el traccional y el regmatógeno.
  • Seroso o exudativo: Es el caso menos frecuente. Se produce por una elevación entre las capas de la retina por una acumulación de líquido subretiniano. Esto puede deberse a un daño en el epitelio pigmentario o por una excesiva producción del líquido, que da lugar a una rotura del equilibrio entre su producción y su absorción. Este tipo de desprendimiento ocurre sin una tracción vítrea significativa o rotura de la retina.Normalmente está asociada a enfermedades oculares o sistémicas que puedan dar lugar a problemas vasculares de la retina, tumores coroideos o inflamaciones oculares.
  • Traccional: Es la segunda forma más común de desprendimiento de retina. Se produce por una tracción que separa la capa neurosensorial del epitelio pigmentario subyacente. Generalmente aparece acompañado de una membrana clínicamente visible que contiene células con propiedades contráctiles las cuales generan esa tracción. Se observa normalmente en enfermedades como la retinopatía diabética, trauma ocular penetrante o retinopatía del prematuro.
  • Regmatógeno: Es la forma más común. Se producen por una rotura que bien puede ser un desgarro o un agujero retiniano. Normalmente son precedidos de un desprendimiento del vítreo posterior, es decir, una licuefacción del vítreo. Este suele estar asociado a factores como la edad, miopías elevadas, inflamación o trauma ocular o haberse sometido a cirugía de catarata recientemente.En estos casos, los movimientos del vítreo dentro del ojo producen una tracción que puede dar lugar a dicha rotura.
Uno de los tratamientos indicados para este último tipo de desprendimiento de retina es la retinopexia neumática. Esta técnica, además de haber evolucionado y avanzado desde su primera introducción en 1986, ha ganado gran importancia gracias a las siguientes ventajas que la diferencian de otras técnicas más tradicionales como el cerclaje escleral o la vitrectomía:
  • Es una cirugía efectiva, segura y menos invasiva.
  • No presenta complicaciones graves a diferencia de las otras dos técnicas nombradas en las que se puede llegar a generar diplopía, inducir miopía, dar lugar a desgarros en la conjuntiva o bien tienen un postoperatorio molesto y complejo.
  • Tiene un menor coste económico que las otras cirugías.

Retinopexia neumática

Inicialmente la retinopexia neumática estaba indicada únicamente para desgarros de retina reumatogena de pequeño tamaño y localizados en la región superior del ojo. Actualmente se considera o recomienda también en aquellos casos en los que los pacientes poseen una esclera fina, toman anticoagulantes o ya han sido sometidos a un cerclaje escleral o vitrectomía en el pasado. 

Esta técnica ha demostrado tener un éxito del 91% en los casos recomendados descritos. Por otra parte, en aquellos casos donde hay varios desgarros retinianos de mayor tamaño y en diferentes cuadrantes de la retina, el éxito desciende hasta un 75% de los casos.

La cirugía consiste en la inyección, con una jeringa o bien con una aguja pequeña, de una burbuja de gas con la intención de que esta burbuja tape la rotura y vuelva a colocar en su lugar la retina desgarrada. Para esto se usa algún gas expansible, normalmente SF6 o C3F8, que tiene la capacidad de aumentar su tamaño una vez inyectados y permanecer dentro del ojo durante varias semanas. Una vez realizado este procedimiento, el oftalmólogo indica al paciente que coloque la cabeza en una posición específica para evitar que la burbuja se mueva de la zona a tratar. Pasadas unas 24-48 horas se sella la retina con fotocoagulación láser. Para asegurar que se genera una buena adhesión coriorretiniana en las zonas tratadas con láser, el paciente debe continuar con la cabeza en una posición específica.

Existe una variante en la técnica, la cual consiste en el uso de crioterapia inmediatamente tras inyectar la burbuja de gas. Sin embargo, está en desuso ya que, aunque permite realizar todo el procedimiento en una sola visita sin tener que esperar 24-48 horas para poder aplicar el láser, este procedimiento está asociado a más complicaciones y dolor post-quirúrgico.

Aunque existen ciertos riesgos poco comunes asociados a estar cirugía (pliegues en la retina, inflamación ocular, aumento de la presión intraocular, sangrado en el ojo y recidiva del desgarro de retina), se ha demostrado que se trata de una excelente opción en ciertos casos sin la necesidad de realizar grandes incisiones o el uso de aceites de siliconas, líquidos pesados o cerclajes.

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