La retina es un tejido sensible a la luz ubicado en el polo posterior del ojo, la luz que incide en ella desencadena una serie de fenómenos físicos y químicos que se traducen en la transmisión de la imagen visual al cerebro a través de impulsos nerviosos. La formación de la retina inicia durante la quinta semana de gestación, y culmina a los 45 meses de nacimiento.
Durante los últimos años, han ocurrido una serie de avances tecnológicos en el tratamiento y diagnóstico de enfermedades de la retina en niños que nos han permitido dar un tratamiento oportuno a estas enfermedades.
Entre los problemas más frecuentes de retina en niños encontramos la Retinopatía del Prematuro, Enfermedad de Coats y la toxoplasmosis ocular.
Retinopatía del Prematuro
Es una de las principales causas de ceguera infantil potencialmente evitable. Acontece en recién nacidos inmaduros, generalmente sometidos a oxigenoterapia, el origen de esta enfermedad es actualmente desconocido, pero se asocia a cambios en las concentraciones de oxígeno en la retina del niño, causando un crecimiento anómalo de los vasos de la retina. Esta varía desde casos leves donde las secuelas son mínimas y no afectan a la visión, hasta los casos más agresivos, con desprendimiento de retina bilateral y ceguera total.
El diagnóstico de esta enfermedad es principalmente clínico, al observar el especialista directamente la retina del recién nacido, su tratamiento es a través de un láser capaz de obliterar los vasos anómalos, posiblemente mejorando la capacidad visual del ojo.
Enfermedad de Coats
La enfermedad de Coats es una enfermedad de los vasos sanguíneos de la retina que comienza a manifestarse antes de los 10 años, se desarrolla de forma lenta y generalmente solo afecta un ojo. Es causada por un desarrollo anormal de estos vasos, su sintomatología principal es la pérdida progresiva de visión.
El diagnóstico además de evidenciarse al examinar el ojo directamente y observar los vasos anormales puede confirmarse con una angiografía con fluoresceína.
El tratamiento consiste en la aplicación de láser o crioterapia sobre la retina destruyendo así los vasos anómalos.
Toxoplasmosis Ocular
Se trata de una enfermedad retiniana causada por la infección con el parásito Toxoplasma gondii, generalmente transmitido a través de heces de gatos contaminados.
Si este contagio ocurre durante el primer trimestre del embarazo puede conducir al aborto, mientras que si ocurre tardíamente en el tercer trimestre del embarazo puede conllevar a microcefalia, hidrocefalia, calcificaciones y lesiones bilaterales de la retina, con pérdida variable de la agudeza visual.
Una vez producidas las heridas en la retina es poco probable que se recupere la visión, en procesos agudos con inflamación es importante el tratamiento con medicamentos específicos y anti-inflamatorios para reducir el daño ocasionado.
Las DHR son un grupo de enfermedades hereditarias que afectan a un número reducido de pacientes. Las DHR se asocian a una pérdida progresiva de la agudeza visual y/o del campo visual en ambos ojos. Estas enfermedades suelen progresar con el tiempo y terminan provocando la disminución o la pérdida total de la visión.
De entre todas las DHR que existen, entre las principales encontramos:
ENFERMEDADES HEREDITARIAS QUE CURSAN CON CEGUERA NOCTURNA
Los primeros síntomas visuales que suelen experimentar las personas con retinosis pigmentaria son la dificultad o imposibilidad de ver con relativa poca luz y la pérdida progresiva del campo visual.
DISTROFIAS MACULARES
DISTROFIAS VITREORRETINIANAS
Las DHR son enfermedades de causa genética, es decir, la aparición de la enfermedad está determinada por los genes heredados de los padres. Por tanto, no son provocadas por traumatismos, infecciones o ningún otro agente externo.
Es de vital importancia un diagnóstico correcto de la enfermedad por el especialista para su oportuno tratamiento, por lo tanto, es recomendable una visita oportuna al especialista ante la sospecha de una patología de retina en niños.
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