Cuando la calidad de lágrima no es buena, el organismo reacciona y, como medida de protección, se estimula la segregación de lágrima. Empieza un círculo en el que el ojo percibe que está seco, y produce lágrima, pero como sigue percibiendo que no es suficiente, el ojo produce más lágrima, así sucesivamente hasta que el sistema de drenaje lagrimal se excede y el ojo llora.
Por esta razón el uso de lágrimas artificiales suele solucionar la sintomatología del ojo seco en la mayoría de pacientes, ya que el ojo está más y mejor lubricado.
El ojo seco se puede tratar de múltiples maneras como pueden ser:
- lágrima artificial, que consiste en unas gotas que su finalidad es lubricar el ojo y mantener la humedad en la superficie exterior, estas gotas pueden ser con conservantes (contiene sustancias químicas que combaten el crecimiento de bacterias), o sin conservantes (tienen menos aditivos y generalmente se recomienda si te pones gotas artificiales más de cuatro veces al día.
- Antiinflamatorios, para reducir la inflamación ocular producida por colirios.
Corticoides, los cuales son efectivos pero tendrán que ser utilizados con una serie de precauciones. - IPL (luz pausada intensa), es un tratamiento novedoso utilizado por oftalmólogos especialistas, el tratamiento dura aproximadamente diez minutos y es indoloro. Consiste en aplicar destellos de luz pulsada de alta intensidad (IPL) sobre los párpados inferiores y la parte superior de las mejillas para estimular la circulación sanguínea y las terminaciones nerviosas. Inicialmente se realizan tres o cuatro sesiones de este tratamiento y otra sesión de recuerdo al año.
- Suero: Existe un gran número de productos para los ojos, desde colirios, hasta lágrimas artificiales o suero fisiológico. Si te preguntas si el suero fisiológico es bueno o malo para los ojos, la respuesta más acertada sería que ni una cosa ni la otra ¡, ya que este producto es inocuo, no hará daño a nuestros ojos, pero en ningún caso se debe sustituto de las lágrimas artificiales.